Ecológicos Aranda es una empresa familiar de tradición agrícola y ganadera de Falces. Abarca desde producción de oliva y elaboración de aceite, cultivo de forrajes y cereales, hasta la gestión de su propia carnicería y ecotienda, siempre con perspectiva ecológica y avanzando en técnicas biodinámicas de cultivo.
Jesús Aranda es el encargado de la parte agrícola de la empresa familiar, y uno de los precursores de la agricultura ecológica navarra y primer presidente de CPAEN/NNPEK. Todos los meses acude al EKOmercado con su aceite de oliva virgen extra, galardonado este año en Ecotrama con la medalla de plata.
Cuéntanos tu trayectoria ecológica ¿Cómo empezasteis, qué producís, dónde, cómo?
Me inicié en lo ecológico con el grupo de ecologistas de Falces. De ahí me fui involucrando cada vez más, a través de Biolur, hace unos 30 años. La verdad es que llevo toda una vida dedicada a la agricultura ecológica. En aquellos inicios teníamos ovejas, en el CRAE en Madrid. Empezamos con la carne ecológica y también teníamos carnicería. Fue una experiencia muy positiva. Por circunstancias de la vida, quité las ovejas y puse los olivos, con los que seguimos ahora como centro de nuestra producción. Además, también tenemos cereal, forrajes, almendras… A nivel personal, estuve de presidente del CPAEN cuando se creó: dos años de forma provisional y otros cuatro años después de las elecciones. Siempre he estado de una manera u otra en el mundo ecológico.
¿Por qué vienes al EKOmercado?
Para mí hay dos cosas muy importantes. Por una parte, favorecer una producción sostenible y vinculado a la salud de las personas a través de alimentos sanos. Otro pilar muy importante es es la justicia social. Yo amo la naturaleza y el medio ambiente y respeto también las personas, entonces tenemos que buscar formas justas de hacer mercado. La alimentación tiene que ser justa. Y como el sistema que tenemos no es justo, tenemos que tener esa cercanía con las personas consumidoras, para hacer justicia con la parte productiva y consumidora. El EKOmercado es una forma de entablar relación con las personas consumidoras directamente y crear espacios de soberanía alimentaria y concienciación y sensibilización del mundo rural. Es importante saber quién produce y cómo lo produce y también visitarlo para conocer in situ. Quizás allá otras vías de comercialización más cómodas y más rápidas pero esto tiene otro valor. El mercado justo estará cuando se haga piña entre las personas consumidoras o productoras.
¿Cómo animaríais a consumir productos ecológicos?
Toda esta crisis que ha venido ha puesto también encima de la mesa el tema de la alimentación. No es lo mismo una alimentación que te aporte vida que una alimentación que no te da vida, y que sólo te llena la tripa. Hay que reflexionar sobre esto. Y no es sólo salud, va más allá: cómo nos relacionamos con el entorno y qué futuro queremos. A mí no me vale que se respete el medio ambiente pero que no se respete a los humanos que trabajan ahí. Eso no es muy ecológico.
